CREMAS CON EXTRACTO DE SOJA

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El extracto de soja ha demostrado tener una acción antioxidante y actividades anticancerígenas. La aplicación tópica de la soja se ha utilizado para reducir la hiperpigmentación, mejorar la elasticidad de la piel, hidratar la piel y retrasar el crecimiento del cabello. La soja también tiene el potencial de disminuir el fotoenvejecimiento de la piel y prevenir el cáncer de piel a través de sus efectos estrogénicos.

Se sabe que la soja contiene muchos componentes con actividad biológica en la piel.  Los componentes principales de la soja son los fosfolípidos (45-60%) y ácidos grasos esenciales (30-35%), mientras que los componentes de menor importancia son los compuestos más activos, tales como las isoflavonas de la soja, el inhibidor de la tripsina (ITS) y el inhibidor de Bowman-Birk (BBI).  


Las isoflavonas más abundante en la soja son la genisteína y la daidzeína. La penetración de las isoflavonas a través de la barrera de la piel no está bien investigada. Sin embargo, los datos disponibles indican que los compuestos de este grupo pueden penetrar a través del estrato córneo y pueden llegar a las capas viables de la epidermis y la dermis. La tasa de penetración de la soja a través del estrato córneo depende de la estructura de isoflavonoides y la composición del excipiente.  En general, la forma ionizada de un compuesto tiene una menor absorción percutánea en comparación con la forma no ionizada. Esto se debe a la naturaleza lipofílica del estrato córneo. Esta teoría explica por qué la genisteína en un estado completamente neutro (a pH 6) muestra una mayor absorción en la piel en comparación con su forma ionizada (a pH 10,8). El mismo resultado se observa en los perfiles de penetración de la daidzeína.


La formación de radicales libres juega un papel crucial en el envejecimiento de la piel.  Un estudio clínico demuestra que las isoflavonas de soja (genisteína y daidzeína) aumentan los niveles celulares de glutatión (GSH) y el contenido de glutatión S-transferasa (GST), evitar el agotamiento de las enzimas antioxidantes, disminuyen la formación de peróxidos de hidrógeno y la degradación del ADN. Su actividad antioxidante puede deberse a la estimulación del sistema antioxidante propio de la célula o bien, a su propia estructura química: estos polifenoles pueden donar átomos de hidrógeno a los radicales libres de oxígeno nocivos y formar radicales fenoxi menos reactivos.
 En un estudio, la genisteína fue capaz de disminuir el nivel de peróxidos en los queratinocitos humanos producidos ​​por los rayos ultravioleta B en un 71% . La daidzeína inhibió casi completamente su producción. 


Los fitoestrógenos, como los estrógenos, pueden unirse a los receptores estrogénicos  en núcleo de la célula. Los tipos de receptores estrogénicos, alfa y beta, están presentes en la piel.  Su efecto estrogénico es débil: 700 veces menos que el estradiol en el receptor alfa y 45 veces menos en el receptor beta. A pesar de que los fitoestrógenos son estrógenos débiles, la soja puede contener hasta 1 / 1000 de su contenido en forma de fitoestrógenos. Por lo tanto, los niveles circulantes de fitoestrógenos pueden ser altos y el efecto biológico posterior puede ser grande.


Varios estudios han demostrado que las mujeres posmenopáusicas tienen una dermis sensiblemente más delgada y menos colágeno en comparación con las mujeres premenopáusicas.  El estrógeno tópico es capaz de retrasar el adelgazamiento de la piel y la pérdida de colágeno en las mujeres posmenopáusicas ya que los niveles de receptores de estrógeno son más altos en la capa granular de la piel. Por tanto, los fitoestrógenos, la genisteína y la daidzeína, tienen un potencial similar debido a la estimulación estrogénica. 
En otros estudios, las isoflavonas de soja fueron investigadas por su potencial para estimular la síntesis de colágeno.  Un estudio demostró in vitro que la genisteína es capaz de aumentar la expresión génica responsable de la síntesis de colágeno en  fibroblastos humanos. La daidzeína no provocó ningún efecto. Curiosamente, el efecto sobre el estado de colágeno no se correlacionó con el contenido de isoflavonas de cada crema. En otras palabras, la fórmula con la mayor cantidad de isoflavonas no fue la más eficaz; la más eficaz fue la que contenía del 10 al 12 % de genisteína. Otros ingredientes de soja, tales como las saponinas, pueden desempeñar un papel más importante.  


Debido al potencial de la soja como fitoestrógeno, existe cierta preocupación en relación con un mayor riesgo de cáncer de mama y cáncer uterino. Sin embargo, los datos relativos a este riesgo son contradictorios. Por un lado, la mayoría de los cánceres de mama son dependientes de estrógenos y el uso de los fitoestrógenos podrían potenciar el crecimiento de células cancerosas, mientras que por otro lado, los datos epidemiológicos sugieren un efecto protector de la soja contra el desarrollo de cáncer (incluyendo cáncer de mama). Quizás, el efecto protector de la soja puede ser debido a las capacidades de su acción antioxidante, mientras que la capacidad carcinogénica puede estar relacionada con la unión a los receptores de estrógenos. Aunque la cantidad de fitoestrógenos, que son absorbidos desde una preparación tópica es probablemente muy baja, sería prudente evitar estos productos en una persona con cáncer de mama o útero.
Por último, se ha demostrado que las isoflavonas de la soja pueden aumentar los niveles de GAG y, específicamente, de ácido hialurónico, aunque el mecanismo exacto de acción no ha sido descubierto. El ácido hialurónico es importante para la reparación de los tejidos y la hidratación de la piel y su contenido disminuye con la edad.  El inhibidor de tripsina (STI) y el inhibidor Bowman-Birk están involucrados en la actividad despigmentante de la soja. Los estudios in vivo  apoyan el efecto aclarador de la piel de los extractos de soja. 

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